Hablemos de: "Nunca en Cines", de Andrés Burgos

Título original: Nunca en cines 
Autor: Andrés Burgos
Género: Novela de Autoficción
No. de páginas: 209
Editorial: Rey naranjo - letras mil 

¿Usted sería capaz de llevar un perro de Colombia a México sin saber si está relleno de cocaína? ¿Lo haría para terminar una película que casi nadie va a ver? Los protagonistas de esta novela ni siquiera lo ponen en duda. Están dispuestos a embarcarse en esa y muchas otras causas inútiles, porque no hay  placer comparable al delirio de las batallas condenadas al fracaso desde su concepción.

Escrita como una novela de autoficción, Nunca en cines retrata la relación de Andrés y Camilo, dos comunicadores e intento de cineastas de Medellín - Colombia, a lo largo de su carrera como productores de una extraña película que no parece tener sentido, además cruzada con extraños hechos, enfermedades, familia y los hechos típicos de la cotidianidad de dos jóvenes soñadores pero realistas. 

En esta novela de autoficción, los límites entre lo real y lo que es ficticio se desdibujan hasta ser casi invisibles, a lo largo de la trama nos encontramos de frente con relatos y momentos que parecen de lo más inverosímiles, tan ridículos que solo pueden ser producto de una mente a raya con la locura. 

La única regla de este relato es: Lo que parece cierto es mentira, y lo que parece mentira es completamente cierto. 

Nunca en cines es un homenaje al cine bueno y malo, a las horas de arrobamiento en una sala oscura donde la vida, por aburrida o corta que nos corresponda, nunca será una sola. 

Aunque me topé con este libro en primera como una lectura para la universidad, que por definición y lógica general resulta en una lectura escéptica y desganada, tengo que decir que la historia, el tono, el lenguaje y este libro en general me sacaron de esa idea por completo. Me encontré con el libro en manos y leyendo sin descanso en los buses, en los ascensores, mientras esperaba el transporte; en resumen no podía separar mi mente de los extrañísimos y aún comunes sucesos de este libro. No podía creer que una historia tan ridícula llegara a ser una historia tan buena y me sorprendí completamente. 

Una semana después de haber terminado el libro, Andrés Burgos fue a la clase y tuvimos la oportunidad de conversar con él un poco sobre el libro, sobre literatura y un poco sobre la vida y las cosas raras tan comunes que encontramos todos los días al voltear cada esquina y debajo de las mesas. 

Me sorprendió un poco enterarme de que este libro hacía parte de un género literario que había descubierto recientemente por intereses tanto personales como académicos, llamado Autoficción. Aunque en definitiva no podría haber situado un relato tal dentro de la ficción fantástica o la ciencia ficción, no se me habría ocurrido que tremenda trama tan normal y traída de los cabellos habría sido real y mucho menos producto de una forma de terapia de duelo. 

Una de las lecciones y frases más importantes que habría aprendido en mi vida entera me quedan de este autor colombiano, que abrió puertas a tenerle un poco de fe a las ideas de los colombianos ahora rompiendo un poco los esquemas literarios. La buena literatura se escribe desde la tripa, con sentimiento y pasión, por el amor puro a la escritura y la fe que se le tiene a plasmar ideas de forma artística para liberar la mente de la forma más pura que hay. 

Opinión: 

Desde lo más extraño a lo más normal, esta novela me encantó y resultó para mi un rompimiento del escepticismo tan típico de mi generación para con los autores colombianos a riesgo de que ninguno se hubiese atrevido a romper con la tradición de una literatura latinoamericana que siempre tendía hacia una suerte de narco pesimismo. 

Rompió con mi incredulidad y me invitó a escuchar lo que tenía por decir con mente y corazón abierto, cosa que no me resulta sencillo ni atractivo.

En la combinación de un lenguaje muy familiar y de un reflejo cultural y profesional bien marcados este relato logra un cometido esencial y es la formación de un vínculo empático con el lector. 

En definitiva recomiendo este libro, por sus contenidos y por sus medios de abrir puertas a otro tipo de lecturas. 

Puntuación: 4,5/5